Pero qué hizo después el autor y
dador de las gracias Cristo, en quien están escondidos todos los
tesoros de la sabiduría y ciencia de Dios, en quien también habita
toda la plenitud de la divinidad corporalmente. ¿Por ventura no se
glorió él mismo de su humildad como de la suma de su doctrina y de
sus virtudes? Aprended de mi, dice, no que soy sobrio o casto o
prudente, o cosa semejante sino que soy manso y humilde de corazón.
De mi dice “aprended”. No nos envía a la doctrina de los
patriarcas. no a los libros de los profetas, sino que me presento yo
a vosotros como ejemplo y forma de humildad, Me envidiaron la altura
que tengo en el Padre el ángel y la mujer. Aquel la altura del
poder. Esta la de la ciencia. Mas vosotros entrad en la emulación de
mejores gracias, aprendiendo de mi, que soy manso y humilde de
corazón.
Advertencia
Este blog ha sido diseñado para que pueda realizarse una lectura, de un texto de San Bernardo, cada día del año. No obstante, en esta fase se unificarán progresivamente los capítulos para que también puedan leerse como pequeños libros completos. Igualmente se añadirán las cartas de San Bernardo, que nos permitirán hacernos una idea cronológica de en qué época y circunstancias fueron hechos tanto los escritos como los sermones (están en un blog aparte)
martes, 28 de mayo de 2013
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