Advertencia

Este blog ha sido diseñado para que pueda realizarse una lectura, de un texto de San Bernardo, cada día del año. No obstante, en esta fase se unificarán progresivamente los capítulos para que también puedan leerse como pequeños libros completos. Igualmente se añadirán las cartas de San Bernardo, que nos permitirán hacernos una idea cronológica de en qué época y circunstancias fueron hechos tanto los escritos como los sermones (están en un blog aparte)

miércoles, 12 de septiembre de 2012

LIBRO DE LA GRACIA Y EL LIBRE ALBEDRÍO: CAPÍTULO XXX


Capítulo 30


      LA LIBERTAD DE DELIBERACÓN Y DE COMPLACENCIA LA ATRIBUYE A LA SEMEJANZA, Y LA LIBERTAD DE ELECCIÓN A LA IMAGEN.-Estas dos libertañes, de deliberación y complacencia, por las cuales Dios comunica a las criaturas racionales la verdadera sabiduría y la fuerza, varían según las causas, lugares y tiempos. En la  tierra se goza poco de ellas. En el cielo, plenamente En el paraíso, en un grado medio. Y absolutamente nada en él infierno. I.a libertad de elección permanece siempre invariable desde el primer estado de su creación, y es idéntica en el cielo, en la tierra y en el infierno. Por eso atribuimos las dos primeras a la semejanza. Consta por el testimonio de las Escrituras que en el infierno no existen las libertades que expresan la semejanza con Dios. Allí es imposible apreciar la verdad propia de la libertad de deliberación como lo indica aquel texto: Todo lo que está a tu alcance hazlo con empeño, pues no se trabaja ni se planea, ni hay conocer ni saber en el abismo adonde te encaminas. Sobre la posibilidad de hacer el bien, que procede de la libertad  de complacencia dice el Evangelio: Atadlo de pies y manos y arrojadlo fuera a las tinieblas. Este encadenamiento de pies y manos no es otra cosa que la privación absotuta de toda clase de poder.

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