Advertencia

Este blog ha sido diseñado para que pueda realizarse una lectura, de un texto de San Bernardo, cada día del año. No obstante, en esta fase se unificarán progresivamente los capítulos para que también puedan leerse como pequeños libros completos. Igualmente se añadirán las cartas de San Bernardo, que nos permitirán hacernos una idea cronológica de en qué época y circunstancias fueron hechos tanto los escritos como los sermones (están en un blog aparte)

domingo, 12 de agosto de 2012

DE DILIGENDO DEO: CAPÍTULO XL

Capítulo 40


  
Entonces todos los miembros de Cristo podrán decir de sí mismos lo que Pablo decía de la cabeza: A Cristo lo conocimos según la carne, pero ahora ya no es así. Allí nadie se conocerá según la carne, porque la carne y la sangre no pueden poseer el reino de Dios. No porque deje de existir allí nuestra carne, sino porque se verá libre de todo apetito. El amor carnal será absorbido por el amor del espíritu, y nuestros débiles afectos humanos quedarán, en cierto modo, divinizados. La red de la caridad qué ahora sondea en este mar espacioso y profundo, y recoge en su seno toda clase de peces, se adapta a todos y se hace solidaria de su buena o mala fortuna. Se alegra con los que están alegres y llora con los que están tristes. Mas cuando llegue a la playa, separará como peces malos todo lo triste, y tomará solamente lo agradable y gozoso. 
  ¿Podremos ver acaso a Pablo hacerse débil con los débiles, consumirse con los que se escadalizan, si allí no hay ya flaquezas ni escándalos? ¿Y llorará por los que no hacen penitencia, si allí no existen ya el pecador ni el penitente? En aquella ciudad no hay tampoco lágrima ni lamentos por los condenados al fuego eterno con el diablo y sus ángeles. En sus calles corre un río caudaloso de alegra, y el Señor ama sus puertas más que las tiendas de Jacob. Porque en las tiendas se disfruta el triunfo de la victoria, pero también se siente el fragor de la lucha y el peligro de la muerte En aquella patria no hay lugar para el dolor y la tristeza, y así lo cantamos: Están llenos de gozo todos los que habitan en ti. Y en otra parte: Su alegría será eterna. Imposible recordar la misericordia donde sólo reina la justicia. Por eso, si ya no  existe la miseria ni el tiempo de la misericordia, tampoco se dará el sentimiento de la compasión.

FIN DE DILIGENDO DEO

1 comentario:

  1. Hola!!

    Este escrito de San Bernardo "DE DILIGENDO DEO" es el que se denomina Tratado del Amor de Dios???

    Desde ya muchas gracias por su respuesta!!

    Dios lo bendiga abundantemente!!

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