Advertencia

Este blog ha sido diseñado para que pueda realizarse una lectura, de un texto de San Bernardo, cada día del año. No obstante, en esta fase se unificarán progresivamente los capítulos para que también puedan leerse como pequeños libros completos. Igualmente se añadirán las cartas de San Bernardo, que nos permitirán hacernos una idea cronológica de en qué época y circunstancias fueron hechos tanto los escritos como los sermones (están en un blog aparte)

miércoles, 29 de agosto de 2012

LIBRO DE LA GRACIA Y EL LIBRE ALBEDRÍO: CAPÍTULO XV


Capítulo 15



     LOS QUE SE ENTREGAN A LA CONTEMPLACION DISFRUTAN DE LA LIBERTAD DE COMPLACENCIA. Hay quienes a veces son arrebatados por el Espíritu al éxtasis de la contemplación, y gustan ya un poco la dulzura de la eterna felicidad. ¿Estarán libres de la debilidad cuando tienen esta experiencia? Seguro que sí. Quienes, como María, han elegido la mejor parte que  no se les quitara y disfrutan ya en esta vida de la libertad de complacencia, aunque sean raras veces y brevemente. Si tienen lo que nunca se les quitará, experimentan ya lo que ha de venir, es decir, la felicidad. Debilidad y felicidad no pueden estar juntas. Por esto, cuando participan de ésta por el Espíritu no sienten aquélla. Así, pues, solamente los contemplativos pueden gozar en esta vida de la libertad de complacencia, y esto de manera  muy limitada y raras veces. 
   LOS JUSTOS DISFRUTAN DE LA LIBERTAD DE DELIBERACION, Y EN GRAN MEDIDA. Todos los justos disfrutan de la libertad de deliberación, con medida, es cierto pero no despreciable. 
   LA  LIBERTAD DE ALBEDRIO.  La  libertad  de  albedrío como anteriormente dijimos, es común a todos los seres racionales. Igual la poseen los malos que los buenos, y es tan plena en esta vida como en la futura.

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