Capítulo 15
LOS QUE SE ENTREGAN A LA CONTEMPLACION DISFRUTAN DE LA LIBERTAD DE COMPLACENCIA. Hay quienes a veces son arrebatados por el Espíritu al éxtasis de la contemplación, y gustan ya un poco la dulzura de la eterna felicidad. ¿Estarán libres de la debilidad cuando tienen esta experiencia? Seguro que sí. Quienes, como María, han elegido la mejor parte que no se les quitara y disfrutan ya en esta vida de la libertad de complacencia, aunque sean raras veces y brevemente. Si tienen lo que nunca se les quitará, experimentan ya lo que ha de venir, es decir, la felicidad. Debilidad y felicidad no pueden estar juntas. Por esto, cuando participan de ésta por el Espíritu no sienten aquélla. Así, pues, solamente los contemplativos pueden gozar en esta vida de la libertad de complacencia, y esto de manera muy limitada y raras veces.
LOS JUSTOS DISFRUTAN DE LA LIBERTAD DE DELIBERACION, Y EN GRAN MEDIDA. Todos los justos disfrutan de la libertad de deliberación, con medida, es cierto pero no despreciable.
LA LIBERTAD DE ALBEDRIO. La libertad de albedrío como anteriormente dijimos, es común a todos los seres racionales. Igual la poseen los malos que los buenos, y es tan plena en esta vida como en la futura.
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