Advertencia

Este blog ha sido diseñado para que pueda realizarse una lectura, de un texto de San Bernardo, cada día del año. No obstante, en esta fase se unificarán progresivamente los capítulos para que también puedan leerse como pequeños libros completos. Igualmente se añadirán las cartas de San Bernardo, que nos permitirán hacernos una idea cronológica de en qué época y circunstancias fueron hechos tanto los escritos como los sermones (están en un blog aparte)

viernes, 12 de octubre de 2012

APOLOGÍA DIRIGIDA AL ABAD GUILLERMO: CAPÍTULO IX

Capítulo 9


    Además, a esa ciudad no se llega por un solo camino, porque tampoco es una sola la mansión a la que nos dirigimos, Cada uno verá por dónde se encamina, no sea que por la diversidad de sendas  se desvíe de la única santidad. Pero en cualquier aposento al que llegue recorriendo su camino, no se sentirá excluido de la casa del Padre, a no ser que se desvíe del camino que escogió. Cada estrella difiere de todas las demás por su esplendor. Lo mismo pasa en la resurrección de los muertos. Los justos resplandecerán todos como el sol en el reino del Padre. Y según la diferencia de sus méritos, unos brillarán más que otros. Méritos que no se han de medir como aquí, donde el hombre apenas los puede discernir por no ver más que lo exterior de las obras. Pero allí nada podrá impedir que se contemplen también los corazones, que han de quedar al descubierto en sus intenciones, cuando nazca el sol de justicia. Y así como ahora nadie se libra de su calor, tampoco entonces podrá esconderse nadie de su esplendor. Por otra parte, las obras externas casi siempre se juzgan peligrosamente por carecer de criterios ciertos. Muchas veces los que más cosas hacen no son los más santos. Aquí termina mi defensa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario