Advertencia

Este blog ha sido diseñado para que pueda realizarse una lectura, de un texto de San Bernardo, cada día del año. No obstante, en esta fase se unificarán progresivamente los capítulos para que también puedan leerse como pequeños libros completos. Igualmente se añadirán las cartas de San Bernardo, que nos permitirán hacernos una idea cronológica de en qué época y circunstancias fueron hechos tanto los escritos como los sermones (están en un blog aparte)

miércoles, 6 de marzo de 2013

CONSIDERACIONES. LIBRO V. CAPÍTULO XVII


Eleva, si puedes, mucho más arriba el corazón y  encontrarás a Dios todavía más excelso. Dios no es formado: es la forma. Dios no es afectado: es la afección. Dios no es un ser compuesto, sino el puramente simple. Y quiero aclararte más lo que yo entiendo por simple: equivale a decir uno. Es igual afirmar que Dios es uno o que es simple. Pero es uno como  ningún otro ser. Si vale la expresión, diría  que es unísimo. El sol es uno, porque no existe otro; lo mismo a luna, porque no hay otra. Y eso mismo es Dios, pero más. ¿Por que es más?  Porque es uno también con relación a sí mismo. ¿Quieres que  te lo explique? Es siempre el mismo y de una sola manera. El sol no es uno así, ni la luna tampoco. El con sus movimientos y ella con sus fases, nos lo dicen claramente. Dios, en cambio, no es solamente uno para sí mismo; también en sí mismo. Nada  tiene en sí que no sea él mismo. No sufre alteración alguna  con el tiempo ni modificación alguna en su sustancia. por eso dijo de él Boecio: Es verdaderamente uno el ser que excluye  toda idea de número y no tiene en sí a otro que a sí mismo. Ni puede estar sujeto a forma alguna, porque él es forma de sí  mismo. 
Compara con este ser a otro cualquiera que pueda llamarse uno y no será realmente uno. Y con todo, Dios es Trinidad.  Entonces, ¿queda anulado todo lo que hemos afirmado sobre  su unidad al adjudicarle la Trinidad? No. Confirmamos su  unidad. Decimos que es Padre, que es Hijo, que es Espíritu  Santo, pero no tres dioses, sino uno. ¿Y qué sentido puede  tener este número que no se numera? Si son tres, ¿cómo carecen de número? Si es uno, ¿dónde queda su número? Podrías  contestarme: pero tengo algo que puedo numerar y algo que  no puedo numerar: la sustancia es una y tres las personas. ¿Encierra esto misterio alguno? Ninguno, si separamos  conceptualmente a las tres personas y a la sustancia. Pero como estas tres personas son una sola sustancia y esta única sustancia tres personas, ¿Quién puede negar su número? Porque  verdaderamente son tres. ¿Y quién las puede numerar si realmente es uno solo? Si crees que es fácil explicarlo, dime qué has  numerado cuando cuentas tres. ¿Naturalezas? Es una sola.  ¿Esencias? También es una. ¿Divinidades? Igualmente es una  sola. Numero personas solamente, me dirás. ¿Y esas personas  no son esa única naturaleza, esa única sustancia, esa única  esencia y esa única divinidad? Eres católico y no puedes  negarlo.

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