Capítulo 28
EN ESTAS LIBERTADES CONSISTE LA IMAGEN Y SEMEJANZA DEL CREADO. Creo que la imagen y semejanza del Creador con las que fuimos creados se encierran en estas tres clases de libertad: la imagen en la libertad de elección, y en las otras dos, cada uno de los aspectos de la semejanza. Si el libre albedrío es incapaz de sufrir el menor defecto o disminución es porque ha recibido más particularmente el sello de la imagen indeleble y sustancial de la divinidad.
EL LIBRE ALBEDRIO ES SEMEJANTE A LA ETERNIDAD: Aunque ha tenido principio, no conoce el ocaso. No crece con la justicia y la gloria ni disminuye con el pecado o la debilidad. ¿Hay algo más semejante a la eternidad sin ser la eternidad? Las otras dos libertades, como pueden disminuir y hasta perderse del todo, constituyen más bien una especie de semejanza accidental con la sabiduría y con el poder divinos añadidos a la imagen. Es así: las perdemos con la culpa y las recuperamos con la gracia. Y de hecho cada día, unos más y otros menos, avanzamos o retrocedemos en ellas. También pueden perderse sin esperanza de recuperarlas. Y pueden poseerse con tal seguridad que es imposible se pierdan o disminuyan.
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