Recibió, pues, tres clases de libertad; pero como hizo mal uso de la libertad que llamamos de elección, se privó de las otras dos. El abuso consistió en que la utilizó para su propia gloria y la puso al servicio de su propia humillación, como nos dice la Escritura: El hombre nacido en honor no comprendió su dignidad; se puso al nivel e las bestias y se hizo semejante a ellas. Entre todos los animales solamente el hombre tenía la posibilidad de pecar, por el privilegio de su libre albedrío. Pero no se le concedió para que pecase, sino para tener la gloria de no pecar pudiendo pecar. Qué mayor gloria para él que poderle aplicar lo que dice la Escritura: ¿Quién es? Vamos a felicitarlo. ¿Y por qué merece esta alabanza? Hizo maravillas en su vida. ¿Cuáles? Pudo desviarse y no se desvió; pudo hacer el mal y no lo hizo. Este honor lo conservó mientras se abstuvo del pecado. Y lo perdió al pecado. Pecó porque era libre. Y era libre por su libertad de elección, la cual le otorga la posibilidad de pecar. La culpa de esto no está en el que se la dio, sino en el que abusó de ella.
La facultad que recibió ara tener la gloria de no pecar, él la utilizó para pecar. Es verdad que pecó porque recibió la posibilidad de hacerlo. Pero no lo hizo porque pudo, sino porque quiso. Lo mismo sucedió con el diablo y los ángeles rebeldes. No se rebelaron porque pudieron, sino porque quisieron.
No hay comentarios:
Publicar un comentario