Capítulo 33
Vino, pues, la forma a la cual se debía conformar el libre albedrío; porque para recuperar la forma primera sólo podía reformarla quien la había formado. Esta forma es la Sabiduría. Y la conformación consiste en que la imagen realiza en el cuerpo lo que la forma hace en el universo. Esta alcanza con vigor de extremo a extremo y gobierna suavemente el universo. Alcanza de extremo a extremo, esto es, desde lo alto del cielo hasta lo profundo de la tierra, desde el ángel más glorioso hasta el gusano más insignificante. Y lo alcanza con vigor. No por movimientos sucesivos, cambios de lugar, o por medio de otras criaturas, sino por una fuerza sustancial y siempre presente con la cual mueve, ordena y gobierna poderosamente el universo. Y todo esto lo hace sin ninguna coacción interior.
Tampoco encuentra dificultad alguna en gobernar suavemente el universo, pues lo hace con su apacible voluntad. Alcanza también de extremo a extremo, esto es, desde que nace la criatura hasta que alcanza la meta que le está destinada por su Creador; ya sea por el impulso de la naturaleza, por causas segundas, o por el don de la gracia. Lo alcanza con rigor, porque nada de todo esto sucede sin su voluntad y sin la disposición de su providencia omnipotente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario