¿Quieres que designemos estos tres grados de la consideración con sus nombres propios? Pues llamemos al primero dispensativo, al segundo estimativo y al tercero especulativo. Su definición dejará más claro el sentido de estos tres términos. Dispensativa es la consideración que se sirve de los sentidos y realidades sensibles armónicamente y sin confusiones, para tratar de ganar a Dios. Estimativa es la consideración que todo lo examina y pondera con prudencia y atención para alcanzar el conocimiento de Dios. Especulativa es la consideración que, recogiéndose en sí misma, y con la ayuda de Dios, te libera de las cosas humanas, para llegar a la contemplación de Dios.
Habrás podido advertir claramente que la tercera es una consecuencia de las anteriores; si éstas no hacen referencia a ella, podrán asemejarse, pero no son lo que abarca su definición. Porque en ese caso la primera sembraría a manos llenas, pero no cosecharía nada; la segunda, si tampoco se encamina hacia la tercera, empieza a caminar, pero no llega a su término. En consecuencia, la primera desea, la segunda olfatea, la tercera saborea. Es verdad que las dos primeras nos llevan a ese mismo sabor, aunque más lentamente; porque la primera llega más trabajosamente y la segunda más lentamente.
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